Luego de ocho meses de seguimiento, Anita (nombre ficticio) se recuperó del cuadro de desnutrición aguda crónica en el que se encontraba. Ahora tiene 11 meses y pesa 15 libras, es decir, tiene el peso y talla acorde a su edad. Ella junto a su familia viven en la Aldea Minas Arriba, municipio de San Juan Ermita, Chiquimula.
Hasta ese lugar llegaba el personal de la Delegación Regional de la Procuraduría General de la Nación -PGN- y del Ministerio de Salud, para realizar el monitoreo constante con la finalidad de que la niña se recuperara por completo, lo cual, ya es una realidad.
“Como equipo vemos reflejada la labor social, humana y el compromiso que teníamos con este caso, ya que al momento de recibir en nuestras manos la denuncia no era solo un papel si no que representaba una vida que podíamos cambiar”, manifestó la licenciada Kimberly Agustín, investigadora social de PGN.
Inicialmente los progenitores se resistían a que la niña recibiera el tratamiento médico, pues la sacaron tres veces del hospital donde estaba internada. Sin embargo, el equipo de PGN dio seguimiento y los sensibilizó, para que permitieran que Anita recibiera el tratamiento ambulatorio.
“El compromiso, empatía y la concientización a los padres permitieron ese cambio de pensamiento. Para nosotros es una satisfacción más que profesional, personal, porque aportando y diligenciando a través de la institución que representamos hemos logrado cambiar una vida”, agregó la licenciada Agustín.
Además de la recuperación de la niña, el equipo de PGN gestionó y logró que la familia sea beneficiaria de un programa social del Ministerio de Desarrollo, lo cual es importante para mejorar las condiciones de vida.
La Procuraduría General de la Nación reitera su compromiso de velar por el bienestar de la niñez y adolescencia de nuestro país.